Roma

Si algo empieza mal uno intuye que el resto va a salir peor, y mas cuando se desencadena una serie de eventos desafortunados.
Comenzamos con mi llegada a Roma, todo muy lindo el vuelo, muy lindas Corcega y Cerdeña desde el avion y la mar en coche, pero cuestion que al llegar al aeropuerto no habia luz. Como lo leen señores, damas y niños presentes, ni una luz de emergencia (si un par pero no servian de mucho).
Me sente a esperar y a los diez minutos mas o menos vuelve la luz, las pantallas que indicaban por donde salia el equipaje mostraban el windows resetearse con lo cual no sabia donde buscar mi mochila. Cuando di con la cinta correcta, esta como no podia ser de otra manera, no funcionaba y en eso desde el interior de las cintas (nadie sabe que hay del otro lado) empezaban a volar las valijas y la gente las iba pasando a mano. Quiero hacer una pausa y comentar que mientras yo pensaba: en Buenos Aires le prenden fuego el aeropuerto, escucho a una tana decir "Esto pasa solo en Italia" y con eso ya me sentia en casa.
Retomando, a lo lejos veo la que creia era mi mochila que la agarra un chico, que venia desde Madrid con un grupo de argentinos, entonces al saber esto, lo encare a lo porteño "Che disculpa, me parece que es mi mochila", efectivamente era mi mochila, la desembalo, saludo a los porteños y me retiro. Fui a buscar informacion turistica y demas y finalmente logre salir del maldito aeropuerto. (tarea que no fue muy facil)
Luego de tomar el tren hasta Termini y de ahi el metro hasta el hostel y despues de activar el GPS de papel, llegue al hostel, con lo cual ya me sentia bastante a salvo. Toco timbre ... nada, toco otra vez ... nada, en eso me atienden, digo que tengo una reserva y de mala gana me dicen algo y me abren. Subo al segundo piso, toco timbre ... nada, toco otra vez ... nada y en eso baja un gordo en bata que me dice no se que y resulta que era el dueño del hostel. (o por lo menos el padre del dueño) Me explica todo me hace el check in (si si en bata) y cuando se retira me dice "amablemente que no toque su timbre sino el de su hijo"
Finalmente llego el hijo, un flaco de mi edad mas o menos, muy macanudo con quien arreglamos cuentas y demas menesteres y aqui estoy instalado en un hostel de puta madre, con todas la comodidades.
Asi que recuerden mis queridos cuando algo empieza mal no siempre termina mal, se la puede pasar un poco mal en el medio, pensar lo peor, pero no siempre termina mal. (por lo menos aqui estoy sano y salvo)

Arrivederci.

Ci vediamo dopo.